Resignación

¿Cuántas veces al cerrar tus ojos,
ves aquel mundo que tanto sueñas?
De cielos claros y verdes campos
llenos de flores y aves pequeñas.

Que con los cantos más melodiosos,
le dan las gracias al Padre Santo,
por tibias brisas y frescos vientos
que las arrullan en suave manto.

Las nubes blancas forman figuras,
y son tan suaves sus movimientos,
y el agua del rio fresca y clara,
parece dormida por momentos.

¿Cuántas veces al abrir tus ojos,
ves en la tierra con que has soñado,
los cielos grises y tristes llanos
y un rio oscuro y envenenado?

Quieres rendirte y arrodillado,
perdón le pides al Padre Santo,
por tantos daños hechos al viento,
mas nada arreglas después del llanto.

Porque en la noche al cerrar los ojos,
ves aquel mundo que tanto sueñas,
de cielos claros y verdes campos
llenos de flores y aves pequeñas.​

 

Un tierno poema con un entorno muy fresco. Saludos.

 

Adaptación, costumbre y resignación.


Depende de cada circunstancia.





También hay rituales, celebraciones y festejos.


Pero el individuo ha de ser consciente de su pertenencia al Creador.
Es decir que somos importantes, a pesar de nuestra noble pequeñez.
O tal vez, por eso mismo. Pequeñez tan noble como la del Gran Dictador.
O sea que somos hijos e hijas, de la doble cruz.





Lo que ocurre es que el nazionalsocialismo, desde el prisma de la Divina Comedia, todavía no es cognoscible.
No obstante, Charlie Chaplin dijo la verdad.
Eso pasa, muy a menudo.
Perseguimos al pueblo judío. Y nos asustamos de nosotros mismos. Para luego, arrepentirnos y claudicar. Admitiendo que, en realidad, somos judíos, y además, peluqueros.

 

Gracias amigo Joblam por su visita. Reciba un cordial saludo.

 

Gracias amigo Nommo por su visita. Reciba un saludo cordial.