Respeto otoñal

Cada hoja en el tanatorio de mis pasos
me recuerda a un alma que muere.
Mueren por el desprecio del otoño,
que antaño prendía la vela creativa
con el frío de sus suspiros secantes.
Corre por las avenidas inexistentes,
por las calles de los muertos,
por los rincones del aprecio volátil,
por las montañas de la confianza senil,
por los ríos de burlas e injurias...
Otro otoño oxida mi naturaleza.
Juega con las lágrimas de los verdugos
y se acurruca con el dolor vano de su filo.
Ojalá comiera de su caminar...
No merecen las hojas tal engaño.
Y cae otra hoja...
Brindo con mi tinta por otro héroe
caído en la guerra del tiempo...​