Salerosa.

Amanecía en una playa del Maresme.
El sol anaranjado, se reflejaba en un mar
quieto, cálido y embrujado.
Diriase que las sirenas buscaban
mis pasos.
Ellas invisibles bajo las aguas.
Yo enamorado del Mar Mediterráneo.
De sus colores e ingravidez bajo las aguas.
Sabía que conquistaría con mi pesca
a una morena.
Aguantaba las frías aguas de invierno
los fines de semana.
Pero vino la contaminación y un largo
y catastrófico desarraigo de la pesca.
Se perdió la fogosidad de ese mar bravío.
Pero aun no ha perdido ese color verde
esmeralda, aveces azul turquesa.
Otras de blanca espuma,
siempre salada sorpresa.
Tampoco se perdió el cariño que le tenía .
Ojala se tomen buenas actuaciones para que pueda regenerarse
y no lo acabemos de perder por no saberlo amar...

 

Al final de esta historia de la vida real, nunca apareció la dulce y bella "morena"
y se dedicó mi amigo a salvaguardar la integridad de su mar.
Cosas de la vida por cierto.
Cordialmente:

 

Qué así sea y se tome al fín conciencia de todo lo que está pasando con nuestro océano.

Existe esperanza aún, eso es lo que importa compañero.

Abrazos luminosos para ti desde mi mar.

 

Que historia tan inefable mi querido Francisco, bellísimo ese
sentir tuyo por tu mar, y si, ojalá que la gente cambie su manera
de comportarse y de actuar en detrimento de la naturaleza. Que
bello leerte, estar entre tus letras un bello momento de reflexión.
Recibe mi beso cariñoso que se apriete en tus mejillas.

 

Sí Iván.Mi afición por la pesca me provoco algunos problemillas. Era una obsesión. para mí. Casi una necesidad. Algo que influyo negativamente en mi relación de pareja. Pero si es cierto que conservo el recuerdo de días maravillosos en los fondos marinos. Gracias por tus comentarios. Se agradecen mucho tus apreciaciones.Un abrazo cordial poeta. I

 

Hola Naty/Pincoya. Mis saludos y agradecimiento por tus apreciaciones. Veo que conoces el mar, la mar. Sus olas su alegría y su tristeza. Reconozco que soy un enamorado de las aguas limpias vivas y salvajes. De sus arrecifes y de la fantasía de encontrar sus tesoros. No solo materiales. También espirituales . La simbología de sus formas colores nos habla de una evolución un amor por la vida que regeneran las aguas oxigenando la atmósfera dandonos esos alimentos tan necesarios en la dieta del hombre. Tan imprevisibles en sus sueños de conquista. Grácias Naty por tus comentarios son para mi perlas en mis escritos. Tesoros de tu sentir genuino por estos mares que muchos seguimos mirando con la ilusión del marino el pescador el náufrago, el inventor el poeta...

 

Mil gracias Anamer por tu exquisito comentario. El mar y la salud merecen una oportunidad. Si los peces consumen por decir algo metales pesados que luego consumimos nosotros. Tantos y tantos errores. Pero todavía hay esperanza. Ilusión y fiesta a la orilla de nuestros mares y oceanos. Un saludo cordial y un beso cariñoso para ti. Buenas noches