¡Sálvame!

Ella me pretende aniquilar
con un beso
de poesía permanente
desea que respire en los albores
de su península gramatical
en los olivares
en su miedo a sentir
aun mas...
Ella me quiere
en el espacio circular
de sus piernas
y sobrevivir en su boca
hasta que mi mentón
como torbellino de letras tapizadas
caiga en el piso de su ancla
y como un
lastre de viejos poemas que yacen
en el baúl del cerebro
inunde mis dedos
de inquisitivo deseo y
salga del tunel
aquel
escribidor que casi muere
en mi.
Poetisa de sulfuro y rocío de agua
eléctrica que absuelve el paisaje;
¡sálvame!

Para la poetisa azul del puerto