Sé consciente.

Ojalá Dios me recoja de este mundo;
ya no deseo respirar el aire que me da.
Ha sido egoísta al mandarme hacer sufrir
cada segundo, me siento inservible en la sociedad.

Eres la persona más linda que he conocido;
no quiero separarme jamás de tu lado.
No quiero ser adulto y recordar lo vivido.
¡Dios mío, ayúdame a borrar el pasado!

Siento cólera contra mí mismo
por hacerte llorar y sufrir.
Perdóname por mi torpeza y mi egoísmo.
Esto me hace morir.

Ayúdame por favor para que no vuelva a suceder;
que la tristeza se vaya de este ambiente.
¡Dios, recógeme y sé consciente que la vida vale más que el ayer!.

 

Dios está en tu corazón. Debes abrirlo. Es como abrir el oído, para disfrutar de la música. Abrimos el oído e intuímos que hay un lenguaje oculto, en los sonidos que están mezclados. Sensaciones que recorren nuestros cuerpos. También, abrimos los ojos, de cara al cuerpo ajeno. El cuerpo del otro, que nos cuenta, con sus movimientos, algo relativo a sus sentimientos y emociones. El lenguaje corporal, de los gestos y de las miradas. Abrir el corazón es como abrir el oído, y el ojo. Abres el corazón y puedes enamorarte del cielo, de la tierra, de las aves, de los ríos... Hasta que no puedes más, porque el paisaje te desborda.

 

excelente poema, todo tiene un porqué y lo que no te mata te hace más fuerte, tenemos una historia parecida, pero el verdadero amor llegará algún día... solo paciencia...

saludos y es grato leer tu elegía escrito... bien!!!

 

Tus versos desprenden un sentido arrepentimiento que revela una profunda reflexión...un encuentro con la esencia...
Grato leerte amigo...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Hermosos versos de un espíritu que se abre a Dios para evolucionar. Saludos.