Semilla

Encerrada, sin contemplar el tiempo,
aligerada en el silencio,
de la sólida coraza...

No perdonó a esta la fuente que la regó,
dando origen al nacimiento,
que este implacable y efímero mundo,
su existencia pregonó.

Adquirió única forma,
respirando sagrada perfección,
en un sueño pasajero,
de un romántico creador.

Que todo lo que germina con un propósito,
una vez este se ha cumplido,
queda concluso el ciclo,
de un final anunciado.

De un destino marcado,
por la vida y por la muerte.

Semilla que emerge,
con natural manifestación,
entregada al cambio,
que la expulsa de su latencia.

No es casualidad,
Sino gracia divina,
cuando tierra y agua la encuentran...

Que si el universo la ha creado con nobleza,
para sustentar la vida.

Todo lo que gracias a ella exista,
es mi mas profundo anhelo...

Se convierta en sabiduría.

 

Dulzura luminosa en la contemplación de tus versos amiga...
Un gusto leerte...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Me encanto!!


Buen versar



Saludos desde la orilla del Sardinero

 

Gracias Nancy!!!..un cariño enorme...me alegra que le guste.

 

Gracias Nube atardecer...me alegro que te haya gustado. Un saludo afectuoso!!!

 

Hay momentos en que en la vida nos toca reflexionar, como en este poema profundo,
donde se puede comprender también... que por analogía esa semilla, al mismo tiempo
somos nosotros, con nuestra inmensa complejidad mística y divina.
Bello poema, estimada Azul...

 

Gracias Iván...cierta es su reflexión...hay períodos en lo que uno se siente como una semilla, segura tranquila y hay otros, donde uno se convierte en frágil brote, dispuesto a manifestarse, por un bien mayor, saliendo de ese reposo, de esa seguridad. Gracias por pasar por mis letras. Un afectuoso saludo.

 

Meditados versos poetisa, celebro sus anhelos porque en la existencia nuestra construyamos sabiduría
para ser mejores seres, respetuosos de nuestros semejantes y de la diversidad con quien compartimos
el planeta.
Un placer pasar por sus letras.

 

Que así siempre sea poeta Daniel, gracias por su reflexión. Un cordial saludo.