Señora

Señora escucha estas palabras,
de un hombre que hoy ha venido a honrarla con gran admiración,
usted que ha sabido ser mujer de un solo hombre,
poniendo por delante mi felicidad;

Señora usted ha dado a respetar mi nombre,
amándome y honrándome,
mi amor y mi respeto para usted como siempre,
los años probaron debidamente,
que usted ha sido realmente mi señora;

Aun recuerdo el beso que te di aquella tarde,
y el amor crecía,
desde aquel momento todos estos años,
la sigo queriendo la sigo amando;

Desde aquel día en que caminamos al altar de la iglesia donde nos casamos,
desde aquel instante desde aquella hora,
mi amor pertenece solo a usted señora,
aun te sigo queriendo y amando.

 

Tu corazón envejece porque tienes que comer más arepas...TE ESTRELLO..

 

Gracias Mari por tu valioso comentario
Un saludo

 

Gracias mi pana Jop, tuve un error el titulo del poema es: A todo digo si, el de Señora es otro hermana. debe ser que solo me desayune con dos arepotas
Abrazo

 

Ya lo corregí cuando puedas le das un vistazo

 

Gracias amiga Elisalle por tu opinión, estamos en contacto
Un abrazo