Siempre tu.

Tu, que me despiertas cada
mañana. Al verme rezar dormido
comiendo en el prado de los sueños
con vacas y toros y zorros y demás.

Siempre alcanzas a darme un beso.
Y yo, siempre alcanzo a darte un abrazo.
Por eso, te veo como parte de mi
por eso, te veo como parte de todo...

No me hagas el mas mínimo caso...
yo soy un esquizofrénico sin sentido.
Y tu, una dama, sin miedo.
Los dos, ¡estamos volando!.

 

Ciertamente, cuando nos enamoramos con profundidad, todo lo que nos existe a nuestro alrededor, pareciera que alcanza dimensiones increíbles.
Felicitaciones, por su romántico poema; compañero Vázquez.
Me gustó.