Sígueme

Las mañanas tranquilas de mi jardín,
acampa en las sombras frescas una mujer,
suave, sutil y hermosa como cualquier,
que tan solo escuchar su voz me hace estremecer.

No sé si fue por coincidencia o casualidad,
al encontrar a una joven que compartirá mi realidad,
y que en ella seria la clave de mi existencia,
porque el destino marcó mi penitencia.

Amarte no es un pecado inmortal, y si lo fuera feliz quedaría,
porque no me importa lo que me pueda pasar en esta vida,
vivir o morir que más da con mi existencia,
tan solo darte mi alma, corazón y amor eterno.

Los dias que no te puedo ver mi corazón comienza a padecer,
sufriendo como un ave caído del cielo,
o como las aguas de las lagunas secándose en el ardor del desierto,
más dulce es tu palabra y cálida tu esperanza.

Las nubes experimentan tu figura,
el sol invoca sus rayos dorados eternos,
las estrellas resplandecen como las joyas,
el mar refresca como la frescura de sus mares.

No perderás tu esperanza en el mal,
extiende tu mano y toma la mía,
sígueme y te demostraré la verdad de mi amor,
y juntos por siempre cantaremos de compasión.

Busquemos el camino hacia la verdad,
y en ella encontrarás tu realidad que trato de explicar.
y al final de nuestras metas algo aparecerá,
el sello de nuestro amor por siempre estará.

Julio Cesar Serrano Zavala
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juce86:

Un bello y tierno poema, el amor que te embeleza y da esperanza de un vivir mejor y un mundo así, digno de disfrutar y de sentir.

Un saludo

Jaime

 

muchas gracias mi amigo, tus palabras son de aliento para mi

 

este poema es dedicado a la juventud enamorada

 

Precioso poema... lleno de ilusiones y esperanzas.
Un saludo cordial German g

 

Los anhelos y la esperanza baula pegados entre tus versos amigo, ha sido para mi un placer visitarte un abrazo

 

gracias amigo

 

dedicado en memoria de Juan Carlos Carrillo