Silencioso ruido.

No puedo estar aquí escuchando la nada.
Sintiendo que no tengo y que me sobra el tiempo,
sin ver por ningún lado la luz de una mirada
y dejando mi alma a merced de los vientos
que soplan cada rato de un sitio diferente.
Tengo que ver la vida que, a veces, se me escapa,
en el pasar anónimo de la gente corriente,
en las cosas sencillas, fugaces, cotidianas
que a ratos tanto añoro y otros ratos desprecio.
No puedo estar aquí escuchando la nada.
Necesito mil ruidos que tapen mil silencios.

Copyright José Luis Bermejo (El Seneka)
elseneka@hotmail.com

 

Te entiendo perfectamente, José. Qué bien descrito, incluso esa "extraña" sensación:

Tengo que ver la vida que, a veces, se me escapa,/en el pasar anónimo de la gente corriente,/en las cosas sencillas, fugaces, cotidianas/
que a ratos tanto añoro y otros ratos desprecio.

El final, angustioso, perfecto.

Un abrazo

Luis

 

Gracias, amigo poeta.

 

Magnífica síntesis, José Luis. Me alegro de volver a leerte.
Un abrazo.