Silvia.

Ella era mi sonrisa, mis pies, mis pantalones.
Se lo dije y me atizó un bofetón con la mano abierta, en una mejilla.
¿ Qué más quieres, vida mía ? ¿ Ser empresaria de toneles y barricas de roble americano ?
Bastante tienes con amamantar a nuestros bellos churumbeles negros africanos.


¡ Mentira ! Gritaba, y le salía espuma por la boca.


Se había vuelto un tanto epiléptica, de tanto jugar a la vídeo-consola Play-Station.
Así que tuve que medicarla. Durmió bien, aquella noche.
Al día siguiente, me dejó, para salir con Pinocchio.
Pinocchio es un títere con cabeza, que se deja manipular, a cambio de pasta gansa.


¿ Quién le paga, por sus Servicios como intérprete ? Yo, que soy multi-millonario.





Afortunadamente, fui capaz de amar, y amasé una fortuna.
Regeneración y dinero, ¿ Verdad ? Abriendo el corazón, para hablar con Dios, pues el cielo responde.
Pero he de encargarme de nuestros hijos, que son ¡ Tan morenos !
Bwanna, me dicen. Prepáranos la merienda. Queremos tortilla francesa y miel de abejas y de flores.


Espero que vuelva, mi esposa Silvia N´Gonga Lurumba. Prontamente, a casa...

 

Muy divertido amigo, saludos, que pases buenos días.

 

En toda circunstancia la mejor opción es hablar con DIOS. Admiro tu escritura porque siempre colocas a DIOS como tu referente espiritual. Eso es bueno,muy bueno... mas que el oro y la plata que hayas atesorado. Un abrazo,mas bien,espiritual.

 

¡ Gracias, amigos, por sus comentarios ! Silvia y yo les deseamos una feliz Navidad, y próspero año nuevo.





Nuestro hijo Braulio Cefalópodo, está aprendiendo a hablar.

 

Y yo esperando el desayuno, grato leerte

 

Gracias, Marianne. Estoy aprendiendo mucho, últimamente.