Sin salida

Me siento como si llevara tiempo esperando
algo que finalmente nunca va a suceder
y me va quedando cara de tonta al ver
que,mientras espero, mi vida se va cociendo
y no es éste el pastel que yo quería comer.
Intentando mejorar la receta, la empeoré
ahora ya ni son comestibles mis días.
Así,me como un plato de rancias judías
soñando que estoy masticando una crêpe.
¡En qué delirio confuso, sin más,penetré!
los caminos del espíritu son angostos a veces
ya ni cuento las veces que me caí de bruces
no me salvan los rezos ni me salvan las cruces
como no salga del enredo por mi propio pie.
Todo adquiere el tono de un enorme paripé
liosa es la visión entre sombras y luces
mi cojera congela el camino que inicié
aquella primavera de inspiración repentina
fue primero flauta, después fue djembé,
ahora apenas oigo el concierto en sordina
¡que oblicua caída, qué obtuso traspiés!
he ganado un kilo de paciencia y espinas
y subiendo esta cuesta he perdido ya tres
(pues mantengo el tipo como una heroína)
que al final de esta ruta, sudorosa, llegué
para al fin percatarme que aquí no hay salida.

 

Poema simpático, lleno de ironía, pues así nos trata la vida. Sin embargo, está lleno de talento y no justifica ese desdén que de lo prio estás haciendo. Un abrazo y mis estrellas.

 

Vaya, devastador recorrido para al final no hallar la salida.
Me encantó este momento central

los caminos del espíritu son angostos a veces
ya ni cuento las veces que me caí de bruces
no me salvan los rezos ni me salvan las cruces
como no salga del enredo por mi propio pie.

Además de elocuente para el espíritu al que animas a no retroceder en ese último verso, se siente como una hermosa plegaria a un@ mism@. O una arenga que despabile el cansancio y la arena embutida entre las muescas de los zapatos.
¡Ánimo! Paso al frente, espera el otro zapato mirando atrás al que se ha quedado rezagado. Un abrazo e unha aperta

 

Muchas gracias por tus palabras Luis, siempre hace falta una pizca de humor para aliñar los sinsabores de la vida
hasta pronto

 

Gracias por tus correcciones Pablo, tienes vista de águila a veces tenemos que darnos una dulce colleja a nosotros mismos para espabilar, si no...¿quién lo va a hacer? Un bicaso

 

La espiral del cuerpo, somos hasta hipnóticos de nuestras falsas alarmas,
ahmm estuvo bueno leerle, saludos

 

Muy bonito e interesante poema nos dejas .
a veces pensamos que no hay salida pero
yo creo que siempre la hay. Gracias por compartir.

 

Gracias por tu acertado comentario, un placer, te envio un saludo

 

gracias Lou, en realidad yo también lo creo, siempre hay una salida buscandonos solo que a veces el encuentro no se da, o se demora demasiado. Un abrazo

 

Buenas letras nos dejas de principio a fin Loren,
aunque siempre de una manera u otra se encuentra
la salida que da nuevo paso.
Ha sido un placer poder disfrutar de la lectura de
tus letras. Un abrazo. Tere

 

Gracias Tere, me alegro que lo hayas disfrutado, para mí es un placer recibir tu aporte un saludo