Soledad

No soy nadie,
no soy nada,
solo un tipo más
que usar como carnada.

Todos tienen
a su compañero afín
yo lo único que tengo
es desamparo sinfín.

¿Tanto es pedir?
Alguien a quien amar,
con quien poder compartir
los problemas del vivir.

Me siento vacío
afrontando el hastío,
luchando día a día
contra flagrante melancolía.

Vivo en la rutina,
constante monotonía,
buscando variedad
para hallar felicidad.

Maldita ansiedad
que torturas sin piedad,
ahora de mi sueño
ya no soy dueño.

Mil noches sin dormir
en mi es natural,
cansancio abismal
que cesará al enterrar.

El descanso eterno
es mi intención,
pero carezco de valor
para afrontar mi decisión.​

 

Momentos de soledad que nos abruman un poco pero que cuando menos lo esperamos simplemente se van...un bello escrito, placer leerle. Saludos!

 

Es un gran melancólico así que, felicidades por la entrega.

Es el segundo poema que te leo y veo que sigues esperando mucho de lo que está afuera y valorando poco lo que de verdad importa que eres tú mismo. Saber expresar del modo en el que lo haces es ya un gran valor.

Un abrazo,

Palmira