Soneto empadronado

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Soneto Empadronado



¡Oh amor!, que te sostiene el corazón,
en alegres aromas de otro estado,
libre ya el alma quede impresionado,
sueño que es calma... y vivo, alto tesón.

Si te alejas me quedo sin razón,
si me dejas recuerdo concienciado:
"seré artificio sólo hacia lo amado
que sin querer cedió toda ilusión"

Amores sacrifican devoción,
quereres se nos queda derramado,
autores en escenas compasivos;

deberes es el precio acaparado,
laureles que se quedan en cajón,
son trofeo escondido en los motivos.

Más vale amor... ¡cautivos!
Cariño desmedido reciclado,
nunca fue buen ejemplo del primado.​

 

No conocía un soneto con tres tercetos, siempre entendí que eran catorce versos cerrados, pero me pareció curioso, como quél de Rubén Darío que hizo solamente con trece versos.
Saludos...
Reimundo.

 

El terceto final es el estrambote, que no dije llevaba, pero se ve, porque el primer verso del mismo es de siete sílabas. Un abrazo y gracias por tu comentario.