Sueños.

Quisiera protagonizar todas esas historias de las que me he alimentado,

Cuentos de sol en pleno apogeo,

aventuras de girasoles en procesión,

golondrinas conversando,

vendavales anunciando,

mariposas acariciando mi rostro y sorbiendo mis lágrimas.


A veces se me es familiar el crepúsculo,

Pero solamente de interés por su semblanza ante lo otro.

Solamente un recordatorio de tiempos que no volverán pintado de bermellón.

Inevitable es pensar en eso, sin embargo.

Sobrepasa con creces lo que ya tengo,

Si hasta conocerlo de nombre satisface mis raíces, allí tengo que estar.


Pero yo solo conozco la negrura,

Mi alma perpetuamente bañada en luz de plata.

Y acompañado sí, acompañado por las estrellas.

Pero ellas no conocen mis espinas ni mi cadena,

Claro, de tan lejos se complica el divisar nada.

¿Aunque de verdad las veo colgadas en el telón?


Si es que alguna vez finaliza este trance, este insomnio,

Podré experimentar esos cuentos, cuentos que son tangibles al fin.

Aunque temo que mi piel se marchite y no vuelva a sentir,

Pero supongo que esa brevedad será mejor que este ónice eterno.

 

Quizás en el momento lo consideré más melancólico por las emociones que me incitaron a construirlo y que quise purgar, pero creo que tiene razón. Gracias por el comentario y la lectura. Seguiré practicando, tengo un largo camino que recorrer.

 

Un placer, saludos cordiales.