Sus normas

Sus normas

Silencio, escucho pasos, que me parta
un rayo si no sé quién ha venido;
de nuevo con su sed de ser sonido
articulado en versos a la carta.

Es entelequia, espíritu que ensarta
cuartetos y tercetos con sentido;
torrente de los ritmos emitido
hasta la saciedad; jamás se harta.

Regresa a visitarme este inquilino
voluble como el sueño. Un sibilino
destino ineludible por las formas.

Como humo del deseo, se adelanta
a todas mis acciones. Mi garganta
canta lo que he vivido, con sus normas.

 

La verdad es que la construcción y ritmo de tus sonetos es envidiable, no sé si serán las formas, la entelequia, la sed de ser sonido o el inquilino voluble, pero los sonetos buenísimos.

Saludos.
Oncina.

 

Realmente si hay algo que, en mi opinión, define tus sonetos como "marca de fábrica" son esas filigranas que haces con la sucesión de encabalgamientos que van marcando el ritmo de tus relatos en verso. Creo que este poema también se podría calificar como metapoema.

Me ha gustado mucho.

Saludos.

 

qué tiempos aquellos