Tarde mortecina

Zapatos descalabrados, pies descalzos,
la escabiosa es libada por el colibrí verde.
imperfectas sus manos se posan en su pecho
de camisa arrugada, abierto y algo rosado.
Gastados zapatos en pies desnudos transcurre
la tarde musgosa suavizada por la alta espesura.
De tanto oscilar el farol bailotea,su pedestal es
firme y centra al borracho que afectado por las
intemperies tose fuego, el cigarro acorralado se
desliza entre percudidos dedos, impresionan sus
dedos en garra por donde se desliza el cigarro
hacia el suelo junto a los pies descalzos.
Es la marioneta que conserva a duras penas la
postura vacilante, piel ajada y temblores.
Ese tirabuzón de pronto fulgente por la luz que
desciende desde el oscurecido cielo hace que
un niño se detenga y lo observe entre curioso e
inteligente. Lo mira sin adivinar lo que ese
hombre descalzo perdió en las ya olvidadas
partidas de póquer y dados.
También mira la fulgente luz y el ángel que lo
envuelve y luego absorto mira cómo ese ángel
lo asciende...alto muy alto hasta que la luz se
difumina y se pierde...

 

Estimado JULIOUS 1200
El tema parece girar en al desgracia de un hombre entregado y disoluto al vicio cuyo final nefasto e inminente es la muerte
bella prosa por lo demas
como siempre un gusto leer tus lineas
muy bns noches

 

Gracias, viajero, poeta, por dar lectura a este poema que has interpretado correctamente y por tus palabras de aliento. Te envío un saludo caluroso y mi afecto sincero.

 

Me ha gustado, bella descripción de la derrota y del adiós a lo confortable. Te felicito por tan bella obra amigo Julius. Abrazote vuela. Paco.

 

Existe la derrota como existe el fracaso. ¿Qué podemos hacer con tales impostores? Gracias amigo Paco por uts palabras. Saludo afectuoso

 

Un poema que propone muchas interpretaciones. No los veo optimistas, pero bueno , es la vida.- Un saludo cordial.-

 

Gracias Catia por tu sincera opinión. A muchos no les gusta cierta realidad y por decirlo de algún modo, dibujan o promueven otra menos triste. Saludo afectuoso. Julius.