Te cuento...

Te cuento algo, ahora, si te sirve
(mientras espero con ansias que me sirva):
aquella vez en ese instante de la charla
mientras me hablabas de otras cosas
que no supe y que quién sabe,
escribiste una arenga silenciosa.
Sin palabras, sin pronunciación,
con movimientos y quietudes alternados
como sin deliberación, no ex profeso.
Escribías con tu piel y con tu pelo,
con gestos muy pequeños, casi nada...
No eras dueña del brillo de tus ojos
¡pero gobernabas todo el universo!
No sé si lo supiste en aquel sutil instante,
y puesto que la información es importante,
y porque tu saber de cosas chicas
a mis ojos te hizo grande,
por sólo eso (pero a la vez por mucho más)
es que ahora simplemente te lo cuento.

 

Maravillosas letras!!!!!

Con gestos muy pequeños, casi nada
No eras dueña del brillo de tus ojos
Pero gobernabas todo el universo!
No sé si lo supiste aquel instante,
​

María Laura

 

Nuevamente Gracias María Laura. Ricardo

 

Me ha gustado, me encanta el lenguaje simple en poesia.

 

Gracias por leerme. Traté de reflejar un instante que fué mucho mas bello y más simple que mi descripción. La vida nos da poesía hermosa, nosotros hacemos lo que podemos...