Temblores.

Miríadas y miríadas de ángeles.
La sombra de un árbol genealógico.
Escudo de armas, en el que pintan cuadros Queen, Rolling Stones, los Beatles...
Mecano, Duncan Dhu, o Gabinete Caligari.





A saber qué se cuece en esos discos de vinilo, y en esa cintas de radio-cassette, del siglo pasado.


Una Cabeza de los Días.
Un Elegido, que es respeto, y cordero que había sido degollado.
Una mansión, toda ella hecha de llamaradas.
Y otra gran casa, compuesta por planchas de nieve. En la que no hay placer alguno, de esta vida.


Visiones que tuvo Henoc, patriarca antiguo, de hace 10.000 años.


Y yo, ¿ Dónde me inscribo ?
¿ Dónde salgo retratado ?
Arcángeles que quitan el Pecado del mundo, y curan nuestras heridas:
Miguel, Rafael, Uriel, Sariel, Remeiel, Ra´u´el, Gabriel...


Temores y temblores. Para una generación que está por venir... Nos lo dedica.


El Libro del Juicio.
Espantoso.
¿ Somos nosotros, los que viviremos esa Gran Tribulación ?
Esa especie de Juicio Final que no se realiza del todo; porque no rizamos el rizo.


No se contrae el Universo aún, ni alcanza el tamaño mínimo de una partícula.


Uff, menos mal.
Sabiduría por septuplicado.
Y los ángeles que se profanaron a sí mismos...
Gozando de los tesoros de la carne, ahora pagarán con sufrimiento horrible.


Eso, ¿ Cómo surge ? La Cabeza de los Días sabe que las estrellas nos están mirando.

 

¿ Te ha gustado ? Me alegro.
A mí, también.
Je, je, je.
Me encantó escribirlo.
Y es que yo tengo Relax, más que Stress. Por suerte.