Tempestad...

Tempestad…

Perdida entre las espinas del día
no encuentro la salida a mi agonía
¿Presa? No hallo explicación
para tal sensación, soy yo la carcelera
de mi alma hoy, pequeña estoy,
tiesa, estatua de piedra.
¿Dime que me pasó?
Donde quedaron mis días de libertad,
porque mi mar afronta tanta tempestad.
¿Equilibrio? Tiemblo sobre el delgado
hilo de la cordura. ¿Loca? Quisiera estar,
perder la razón, vivir en mi mundo interior
¿Cobarde? Si, cobarde por desear huir de la realidad.
Hundirme en la vehemencia, llenar mis fantasías,
construir un mundo con letras,
pintar una sonrisa
dibujar la llave de mi jaula
romper el candado
abrir la puerta
alzarme en vuelo
navegar sin desconsuelo
saciar esta locura de amor
y solo morirme en tus brazos hoy…​

 

esa tempestad generalmente arrasa todo lo que halla en camino del amor, y suele ser devastador cuando ese amor se encuentra lejos y queremos palparlo con las manos, tenerlos entre los brazos y sentirlo en la piel. Pero toda tormenta pasa y vuelve la calma, esa calma que solo encontramos cuando el ser que amamos nos arropa con sus palabras. Tristemente bellos son tus versos, aunque estén cargados de melancolía... Saludos Poeta.

 

Grata es tu visita a mis letras, me alegra que descubras la belleza en la tristeza de mis palabras...Besos

 

Buenos versos me gustó mucho leerte

 

Gracias jorge, es un placer que te gusten mis lineas...Besos