Tibieza

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TIBIEZA​

En el nuevo palacio,
un rabí carismático
nos enseña el convento
de un cielo escatológico.

La gnosis que emana
entre los muros
de una Babilonia más romana,
nos envuelve de hecho escéptico
entre sus Dioses sin palabras,
cuya helénica figura es Sofía mítica,
Arconte bajo el mando
de un Demiurgo avejentado.

Divina en su misterio,
y de humano fundamento;
de inicio sin un suelo,
y final desarraigado.

Y en las profundidades del edificio,
donde habita lo inepto,
el ateo es más ateo,
y el creyente se hace fuerte.

Unos creen ser abrazados por "la luz",
la esencia que dio origen a todo,
y de la que todo emana;
otros creen sentir el abrazo unificado
de la materia en la que sus átomos se disuelven;
y el escéptico es la duda infinita
por su imposible virtualidad,
y hacia ninguna voluntad
que haya sido motivada en su curiosear,
que se seguirá moviendo
en la duda incierta de su infinita muerte.

Es la duda con su infierno,
la muerte infinita
que no define alguna idea
por su vacuo misticismo.

En la India se hizo un Indio,
en la China mucho más de lo mismo
que del Buda son el cirio;
como el sol de los sin credo,
como el viento con sus vuelos,
que corona sólo a un pueblo
aunque sople en todo cielo,
y nos truene pendenciero
si nos suena a sol ajeno.

En el Valle de los Reyes
soy Menendos,
Amonita de mi Oasis,
que bajo la tumba de Ramsés
florece en el recuerdo;
un jardín de leche y miel,
donde la necesidad
se inventa su propio remedio
circulando en el vacío,
gravitando... hasta el confín de los siglos.

Durmiente en el imposible virtual,
que adolece de curioso
por la falda del misterio,
al que sólo espera el sí de infame frío,
y el no de un Dios desconocido,
que llena auroras de ocaso,
y vacía redomas de líquidos;
almas peregrinas que viajan sin destino
hacia el centro imaginario del abismo.

Universo de las vidas
que se toca en los extremos,
y el tiempo, y el espacio,
son el punto intermedio;
y nos grita el silencio con lo inerte,
donde el tibio es el rey de la muerte,
en que acaban todos sus imperios.​

 

Amigo Orfelunio hacia tiempo que no aprendía de tus escritos fantásticos y tan eruditos....un saludo con respeto. No participo como antes todo el tiempo que quisiera, pero siempre es una satisfacción leer poemas como los tuyos en tu léxico exquisito. Saludos y aplausos. Paloma2

 

Muchas gracias Paloma2. Un abrazo