tocumen

habitar en el desierto
durante la mitad del año y
en la selva
durante la otra
podría parecer extraño

a los ojos

copiosamente distribuidos
alrededor del primer mundo.

qué idiotez:

nacer bajo la tormenta
y criarse en la escasez
no es nada exótico
para los millones

de condenados
que no fardan
del fin de la civilización
desde una butaca
de aeropuerto,

como suelo hacer yo mismo.

a la mitad
del mundo
le vale un zacatal la otra mitad

a
la mitad del mundo
el amor y la economía son un avión
que se pierde
dentro de la incertidumbre
de la noche,
sin ninguna señal

de lo que enseguida aguarda
frente a la propia mirada.

lo cierto es que esa mitad
dividida
unas cientos de miles de veces adicionales

acumula
la práctica totalidad de la riqueza,
que los demás hemos entregado
gustosamente

bajo la llovizna

al aceptar
butacas de aeropuerto
contratos laborales dudosos
mundiales de fútbol
google docs
y literatura de mierda
de sitios web.

mujer de ojos negros
como los míos:

odia todo lo que exista
al otro lado
de la ventana de cristal.

solo el alcohol perdona
tras esa larga y oscura escalinata
hacia un cielo de tormenta.

 

La infusión de Rooibos, yerba mate y cáñamo, en muy modestas dosis, mejora el discernimiento.
También ocurre eso, con el jengibre, la salvia, el romero y el Ginkgo Biloba ( el cuál ayuda a la circulación sanguínea, especialmente, en las venas y arterias del cerebro ). Finalmente, para conciliar el sueño, al anochecer, viene bien una infusión de cáscara de plátano o banana, puesto que aporta Potasio, y ayuda a captar el calcio que hay en la leche, o en el yogur y el queso, con el propósito de fortalecer el esqueleto. O sea que repercute en los huesos del cuerpo humano. Y además, provoca el sueño más profundo. Finalmente, el té de cáscaras de naranja y de limón, produce blancura en los dientes, fortalece las encías, y ayuda al sistema inmunológico, para defenderse de virus como la Gripe, por ejemplo. Como última novedad, la infusión o té de nueces machacadas de ciprés. Sirve para que se aprieten las varices o hemorroides, las cuáles eran venas ensanchadas.

 

En la espera del avión, la pluma se inquieta y la mente le sigue el ritmo. Saludos, Charlie.

 

cada vez odio más los aviones azalea. para qué volar, cuando lo único que necesitamos es un pequeño espacio en medio de la selva. y

si se puede compartir con alguien tuani, mucho mejor.

 

Ay que lindo piensas!! Un abrazo Charlie.