Todavía

Descansa Mariposa, cerca mía.
-La Araña preparaba su veneno-.

Un ciudadano gris junto a la vía.
-El niño de tu ser-. Ser, pisa el freno.

No hay plata que me compre, sonreía.
-¿Quién va comprar el mar con juicio pleno?-.

¡Salud!, ¡salud!, ¡salud!... ¡con alegría¡
-Un Alto Ejecutivo vio lo bueno-.

Las Lágrimas; muy rara vez su brillo
cegador, y mortal, es lo que somos,
reflejan todo lo que no hemos sido
por miedo, por educación, por locos...

Por eso yo no sé escribir poesía
y me ando por las reglas y las ramas
para decir "te quiero"... Todavía.

 

Bastante oscuro tu poema, Juan Carlos, aunque parecería un «te quiero» que surge con el último suspiro del que se hunde en una ciénaga. Me gustó lo de «por las reglas y por las ramas».

abrazo
j.

 

¡Cucha tú, compañero! Seguramente sabrás del ficus del antiguo Hospital Mora de Cádiz...pues ese eres tu, nada de reglas (desafía todas las leyes de la gravedad), y las ramas se nutren de él. Y lo mejor que tiene es que las hojas podridas las desecha rápidamente... Lo mismo hasta se me entiende.

Vamos palante, que haces falta...ya mismo barren la acera.

Un abrazo.

 

Pues a mí me parece una composición muy original para expresar tu lógica que es muy original también, y con un broche muy sorprendente por su puntito de ingenuidad.
Bueno, que me ha gustado.
Abrazos.
Jazmín

Ah, y entiendo tu lógica, creo.