Tolvanera.

¿Por qué vienes aquí a decirme cosas?
reclamas abandono y soledades.
Me gusta cuando alumbras oquedades,
cuando enciendes mi vientre y lo rebosas.

Cuando aprietas mi mano, cuando glosas,
cuando siento tu fuerza, cuando invades,
pero a veces no soy y tú me evades
y me dejas enfriar como a las losas.

Y ya fría soy polvo, tan ligera,
me elevo en el desierto, tolvanera,
se esfuma mi jardín, mi fresca fuente.

Busco entonces tu faro que me guíe
por tornar a tu piel, que no se enfríe,
que no sienta abandono de repente.
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Es muy melancolico, me gustó mucho. Siempre aprendo una palabra nueva cuando leo tus escritos.