Triste aventura

En una tarde de invierno
fría y oscura,
nació su pequeño
triste aventura.

Duerme en casa pobre
en una manta roída,
en ese lugar sin nombre
en ese pueblo sin vida.

Toda media infancia
especulando con la muerte,
en esa vieja estancia
llanto de su suerte.

No descubrió mundos
los limites eran pequeños,
no tenía rumbos
ni tiempo para sueños.

Joven, delgado, triste
trabajador de sus tierras,
poco y mal viste
vida con fronteras.

Esfuerzo en la claridad
descanso en el sol negro,
sobrado de voluntad
escaso de criterio.

Adulto o maduro
ya nació vendido,
tiene escrito su futuro
en este mundo sin sentido.

Mes, año, tiempo
todo es monótono,
sigue padeciendo
cercado en su entorno.

Viejo pisador de arena
se acerca la huida,
parece que lo espera
desde el primer día.

Esa tierra olvidada
ya alberga el cuerpo,
de la vida solitaria
de un buen hombre muerto.

 

Letras plasmadas de melancolia y nostalgia. Un gusto pasar por aqui y dejar mi huellita