Tristeza Inconclusa

Manchas de sangre debido a mi tos,
Son mis últimas notas en esta partitura,
El cansancio no me permite más,
Tuberculosis me han diagnosticado,
Y mi final se acerca ya...

¡Madita sea! ¡Solo unos momentos más!
¡Solo eso pido!¡Después llevadme al infierno!
Mis manos se agitan temblorosas,
Y el cielo se oscurece...
En lo que será el ocaso más oscuro de mi existir,
Con cuanta devoción dejo esta melodía,
¿Será que la escucharas?...

¿Entenderás el significado de las notas de violín?...
¿Acaso tu egoísta y miserable corazón podrán conmoverse?
Conociendo por fin el significado de las palabras que tanto dedique,
El mundo no me necesita más...

Han bailado por millares mis valses,
Han alabado el momento sublime de mi creación,
Pero aún me pregunto si podrán soportar la melancolía,
El horror y la tristeza que están inscritas en este papel,
Pues en vida dejé obras tristes
Pero nunca un réquiem como el que os dejo,

Será la obra más sombría,
Y dejando mis blasfemias pues no pude terminar,
Siendo el Diablo o el mismo Dios tan miserable,
Que no me permite concluir...
Ni el consuelo de tener a un escriba poseo...
Esta soledad infinita y la muerte en ella...

La sangre ahora ahoga mis pulmones,
Están por colapsarse.... ¡Mil veces maldita sea!,
Mi mejor obra ¡morirme!
Patéticas ironías de la vida,
Marcharme para siempre..
¡Carajo!

Ya ni el coraje me incita,
Ya ni el odio me permite continuar,
Y esta tos me acaba segundo a segundo...
Ni firma podré poner...

Caigo en el sueño eterno,
Algún infeliz mi obra robará..
Pero ya vendré a cobrarme el precio...
Una burla al destino...
Con descaro y la osadía que poseí en algún momento...

¡Demonios! ¡Que salada es la sangre!
¡Que insistente es mi mal!
Que termina por derrotarme...
Por mostrarme la puerta de salida,
De este mundo infernal...
Cargado de ilusiones y nada más…

Al cuál divertí como tonto,
El cuál se divirtió conmigo....
Y ahora esta maldita melodía...
Que nunca verá su final....

Misterio tras misterio quedará...
Y ese será mi consuelo...
Porque mas grande que Bach jamás fui,
Ni tan ingenioso como Mozart...
Pero si mas pasional que cualquiera de ellos...

Venga pues mi final....
Ahogado en mi propia vida,
Dejando las partituras que no se si algún día entenderán,
Con la gracia que se me concedió…
Como don y maldición…

¡Maldita sea!

¿Que ni la tristeza tengo derecho a disfrutar?

Lord Vélfragor

 

Muy interesante poema y su idea. Mozart es buena idea. El poema podria haber estado un poco mas trabajado. Un cordial saludo