Trofeos

Ese cambio climático que siento en tus mejillas,
con decoros de altura y aceituna,
el deseo que muerde mis depósitos,
hasta aguar las Cañadas con tu nombre.

Es la recreación del hombre lobo que olisquea gusanos en mi rostro,
en las cuencas, satélites sin órbita,
alimento de Imperio impetuoso.

Es el régimen de soldados sin boca,
el que opone mi muchedumbre al beso,
-esa cueva sin eco y sin final,
donde descansan huesos, huevos, huecos-,
-el momento en que estuve en el estuche como un lápiz sin mina ni grafito-
-escribí entre las olas contrapuestas que el amor sólo flota como el corcho-
-navegue sin amarte por tu cuento-
-ese mar todo brújula y recuerdo-.

 

Precioso poema.
Me encanta este tipo de poesía .
Felicidades.