Tu sonrisa.

Cuan grandes son las delicias, de tus gestos risueños
y dóciles las curvaturas, de tus labios sin dueño
que tiñen tu boca, con rosado de ensueño
que al reír son mi alegría, como lo es la cuna a un pequeño.

Y si sonreír decidieras, en frente a un espejo
solo así entenderías, el amor que perplejo
me deja al mirarte, y querrías tanto aquel reflejo
como adoro tu sonrisa, y el afecto que por ti tejo.

Y así como el destino, también teje ironía
así también me enredo, entre la pasión y la agonía
que en el pecho albergo, al disfrutar tu compañia
y ver siempre tu sonrisa, pero saber que no eres mía.

 

Muy bello poema, una sonrisa amada mueve montañas, me ha gustado mucho amigo Aguila Albina. Un abrazo. Paco.