Una eternidad.

Innecesario mostrar sueños
a quien los sueños también mostraron
innecesario temor,
innecesaria doctrina,
innecesaria ilusión…
Innecesario mostrar corazón
a quien reconoció lo casual
como escrito
o dictado no olvidado.
“Ahora muéstrame lo innecesario”
En mi sueño…
vestías de blanco.
Mas que vestido
blancas telas bien dispuestas
cruzaban tu hombro izquierdo,
recogía un broche de oro,
el otro descubierto,
tu pecho in-sinuoso.
Me atormenta presentir,
y no recordar.
¿Cuánto dolor cause?
¿No bastó una eternidad?
Hoy me acerqué a ti,
y me has vuelto a despreciar.

 

En la cuna de mis labios se adormece el clamor de tus versos...y sólo puedo encender la voz de una caricia...sentidos versos que acompaño dulcemente...te abrazo amigo...con cariño...