Veo

Veo a un viejo cultivar el campo,
al lado de viejos fosiles de tanques,
al lado de los crateres de las bombas,
se seca la frente,
piensa en el hijo que tal vez no vuelva
Veo a un hombre abrazado a un arbol,
temblando por el frio de la noche,
llorando por el dolor de su pecho,
susurra un nombre,
piensa en aquello que nacio muerto.
Veo a una madre alentando a su hijo,
el niño tropieza, cae
la llama entre lagrimas,
ella le besa la herida,
piensa en que pronto sera capaz de correr.
Veo mas,
veo techos lejanos,
veo los que parten y vuelven,
bajan las colinas,
cantan en la noche
Veo a un viejo sentado en banco,
cuenta historias a quien le quiera escuchar,
cuenta historias a quien las pueda necesitar
Veo el naranjo y las muletas viejas
Veo al viento en los arboles
Veo mas,
Veo a un hombre abrazado a un arbol,
parece que susurra algo.

 

Es una extensa visión de una experiencia para contar, como el viejo, para quien quiera escuchar, en éste caso leer, en esa interesante sucesión de hechos, plasmados en esos versos, bien estructurados en un poema. Felicidades y gusto en conocerte, mi estimado Quincho. Te envío un cordial saludo. Crimolem.

 

gracias! son pequeñas visiones cotidianas, de antes, de despues

 

mi amigo gusto en conocer tu pluma y vivir tus letras...

 

Hola Quincho, Me gusto tu poema. Ese panorama tan real que vivimos, y aquellos hombres que susurran algo... donde los arboles son oidos y testigos.

 

A veces nos abrazamos de la vida y susurramos;
por amor,
por desamor,
o sencillamente por reflexión!

Como el hombre al árbol de tu buen escrito

Mis Respetos!!!