Verano

VERANO


Busco el silencio

en el seno azul de la bahía.

Entre rocas y arenas

me sumerjo en el mar,

tibio y placentario,

donde rompen en su rostro

los ardientes rayos del sol.



He hollado las arenas ardientes

como las de un desierto dolorido,

que dejaron en mis pies

ásperos recuerdos de ausencias.



Fuera quedan las estridencias,

las humanas voces

y los aullidos del viento.

Los rigores del ardoroso verano

se disuelven como dorados cabellos

y se hacen conmigo misterios.



Acaricio las algas verdinegras

peinadas por nereidas jubilosas

que juegan y se esparcen

entre los brillos del fondo

como cristales de fuego.



Me envuelvo en la tersura del mar,

en su fondo infinito de llamas horizontales.

En este último viaje quiero, mujer, tu compañía,

la de tus ojos como réplicas de orquídeas,

la de tus formas anhelantes y tus latidos de alma tensa,

y la música de tu voz que canta

desde el silencio los más hermosos lieder.



Ven, amada, toma mi mano sin piel

-puro espíritu todavía inmaculado-

Aún podremos alcanzar

la barca de doradas velas,

pues la ofrenda del dulce vino negro

nos espera.






Ilust.: Michael Koven. “Mito.”

 

Ese mar poético que siempre se presenta como la madre receptora y aligeradora de penas, sirviendo de antesala para quien la requiere en el momento en que se compromete el equilibrio de las emociones:

Al parecer la imagen de la arena trae a la memoria alguna que otra situación desapasible que en nada contribuye para el alivio, solo intensifica negativamente el estado actual:

El contacto directo con el hábitat marino suscita a que surja o florezca un claro entusiasmo reparador:

A partir de esta circunstancia se abre una posibilidad que plantea una liberación, una condonación que busca anular el pesar en un momento inicial abrió el escenario propuesto.

 

Un hermoso e inspirador poema, repleto de imágenes a cual mas bella de ese "verano",y con un final tan hermoso y esperanzador. Gracias por compartir tu arte,

Ven, amada, toma mi mano sin piel

-puro espíritu todavía inmaculado-

Aún podremos alcanzar

la barca de doradas velas,

pues la ofrenda del dulce vino negro

nos espera.

 

Ese mar que es terciopelo para de las sensaciones fisicas
traspasar el nucleo de unas esencias amorosas. la utopia
encontrada en ese momento justo donde se fusionan
formas intimas que convergen como en una navegacion
de llamada.
felicidades. siempre excelentes tus obras. saludos amables
de luzyabsenta

 

Hola, Eratalia, querida amiga: Los poemas, como todo lo que atañe a la expresión artística (lo que no se si es mi caso) no han de entenderse en sus intríngulis. Sólo disfrutar con ellos. Y me dices que sí lo has disfrutado. Eso es lo único que me importa. Y que lo sigas haciendo. Beibrazos desde los 32º en Peñiscola (en otros sitios están peor)
miguel

 

Hola, Lucevelio, querido compañero: He de reconocer que he encontrado en tí y tus inteligentes y expertos comentarios una ayuda inestimable "para comprender mis propios versos". Con la lectura pormenorizada que haces de ellos me abres puertas insospechadas que aportan luces y matices que nunca estuvieron en mi ánimo producirlas. De ahí mi enorme agradecimiento por tus visitas. Me llama la atención tu autodenominación de "alimaña del surrealismo". No sabría interpretarla. Para mí eres un insuperable exégeta de esa inextricable faceta literaria.
Un cordial abrazo,
miguel

 

Muchas gracias, Damari, por esa evocación tan grata de tus bellas tierras canarias que haces al responder a mis versos. Por lo que conozco de ellas puede que algún recuerdo subsconsciente los haya alimentado. Un cordial saludo,
miguel

 

Muchas gracias, libélula, por ese delicado comentario que dejas a mis versos. Nuestro arte, aquí, está para compartirlo, al igual que los autores podemos compartir el placer que nos llega desde vuestras lecturas. Un cordial saludo,
miguel

 

Hola, Carlos, querido compañero. Una vez más tu comentario me abruma por encontrarlo superior a los versos que lo motivan. Encontrar, todavía, inspiración y belleza en ese medio transparente, fluído y que nos atrapa tan dulcemente, es casi una provocación. Desde que apareció la "modernidad líquida" apenas tenemos algunas sensibilidades espacios donde refugiarnos. Un abrazo, amigo mío.
miguel