Verdor

El verdor tránsfugo


que se cuela


tras mis pupilas


me trae evocaciones


de paraísos extraviados.





El rumor de la serpiente


no ahuyenta


la sombra de Dios


y el fruto prohibido


se marchita de hastío.





Dejare mis huesos


de herencia a las flores


más amargas


y el ansia santificada


de las bestias impolutas.





Huiré, libertado


entre la frialdad de los astros


que conocimos de niños


y olvidamos entre los juguetes


muertos de añoranza.





Seré entonces verdor


sobre tu piel de agua


y besare tu alma


para dejar el dulzor


de la eternidad.



​

 

Y, al final serás feliz para siempre... siempre y cuando te encuentres;
algo, que es lo realmente más importante. Saludos virtuales Khar:

 

La fruta prohibida no se marchita de hastío,
sino que es un puro canario, imantado por un potente imán de neodimio,
y ese verdor, en él, fue marrón, pues sus hojas se habían secado.
Yo no quiero comerme el marrón, sino que me lo fumo.


Y si me mandan a la Mierda, prefiero respirar aire Puro, abriendo la ventana.


Por otro lado, el dulzor de la eternidad es la Obra bien hecha.
Porque tú puedes prometer que harás...
Pero si luego, no cumples tu palabra, ¡ Te habrás faltado el Respeto !
Pues la honra aúna derechos y deberes. Y todos somos importantes.


Tú eres testigo de tu propia estupidez.


Estupidez que celebran los muchos juguetes que se mueren de Miedo.
Porque no es hastío...
Sino pánico.
Se encierran en un trastero, para que no los roben, otros niños.


Entonces, ¿ Cómo dejar atrás, Miedo y estupidez ?


No consiste la Victoria, en el abandono, precisamente.
" Ahí te quedas, guarra... "
No, señor.
" Ahí te quedas, hedionda, subnormal, prepotente, idiota. "


Sino que obras son amores, y no buenas razones. Haz algo bien hecho.
Algo que a ti te guste hacer.

 

Muchas gracias a todos los lectores que aprecias mi humilde arte.
Le mando un abrazo fraternal desde este lado de la pantalla.