Vértigo

Su mirada cruzó mis manos
en un parque que nos sostenía exclusivos
a las siete de la madrugada.

La ropa ajada apestaba a mugre
aunque no pudiera olerla.
Los años le habían caído encima
como campanadas de muerte.

¿El alcohol, las drogas, el desamor?
¿Alguna enfermedad mental?
No tiene importancia,
si algo es excesivo,
es la gente y sus problemas.

Los sin alma son feos,
manchan la piel del parque
con motitas grises de tristeza.

La tierra que les sostiene
se avergüenza de su peso.

Me habló ...

Su boca escampó
una estampida de violines desafinados.

Ahora sí, me llegó su olor.
Así huele el vacío,
la ausencia de razones
para que los pulmones
jueguen a ser playa con el aire.

Me confesó ...

- ¡Tengo un dolor terrible!
¡Lo golpeo, y no muere!
¡Lo apuñalo y no muere!
¡No muere ese dolor!
No muere ... no muere nunca.

... No le contesté, como la vida,
que tampoco le responde.
Y mis pasos marcaban la distancia
que nunca ha sido suficiente.
La melancolía se encaramó a mi garganta
con sus anzuelos de lágrimas sulfúricas.

Y tengo una pena terrible.
La golpeo y no muere,
la apuñalo y no muere,
no muere esa pena,
no muere ... no muere nunca.

 

tocando el alma con el vértigo que se siente cuando se es capaz de aunque por un momento meterse en los zapatos rotos,o lo que viene a ser el alma rota.. me habló, dices, aunque no le contestaras como la vida, sentiste dolor, tal vez porque no sabemos como acabaremos ...

siempre tan expresivo estimado viento, un abrazo grande grande...

 

Muchas gracias, Ángel,
tu comentario me dice lo preciso de tu lectura.
Es un placer tenerte en estas letras
y sobre todo estar en las tuyas.

Un abrazo, amigo.

 

No soy inmune al dolor ajeno.
Y cuando veo que alguien no se quiere,
o no es capaz de hacerlo,
me siento extremadamente triste.

La vida no es justa,
pero los humanos lo somos menos.

Un beso, Sara.
Con mucho cariño.

 

uffff! viento-azul, cuando la vida nos pone en situación de mirada, nos viene el dolor, la pena, algo de remordimiento por lo que podríamos y no hacemos, y una gran impotencia, nos duelo el dolor ajeno.... eso es tal vez, la esperanza que nos salve a todos!

Un abrazo bien grande, amigo
Luis

 

Gracias, por tus coincidentes sentimientos,
y un abrazo de tu amigo Tomeu.

Nos seguiremos leyendo.

 

Bello poema amigo. Lo cierto es que es muy visual, te lleva a imaginar la escena con pelos y señales. Y desde luego puedes sentir esa pena dentro del corazón Un placer leerte.

 

Gracias, amigo,
aprecio mucho tu comentario.

Las escenas que nos bombardean de pobreza,
sobre todo de gente que termina por no quererse,
hacen que nos hundamos de tristeza.
Ojalá ayudarles fuera más sencillo,
ojalá quisieran ayuda.

Un abrazo.

 

Purgando sus penas en un parque cualquiera y llevando como único equipaje su tremendo dolor. Triste y bello a la vez, además dice mucho de tu calidad humana.
Un abrazo

 

Gracias mabdt,
tu visita es una nueva lanza
rota en su defensa.

Un abrazo.