Vida detenida-.

En sumergidas tierras,

por pinares antiguos,

por suelos adormecidos,

por vetustas ventanas

de estaciones clausuradas.

En domicilios de la brisa,

cantando hermafroditas

hermanos de la nada.

Donde se estrellan

aves silenciosas y lechuzas

cariacontecidas, y formas

aprisionadas por el vértigo.

Por las carteleras de cines

abandonados, con imágenes

de hace tres siglos. O por

vías indemostrables donde

concurren la falta de voluntad

y el desánimo.

Entre malezas y columnas

corporales, de racimos de uvas,

y de sangres coaguladas como

nieve.

Más acá, por los siglos, aullando.

Donde nieve y desdén se parecen

mucho, y las caras y los rostros,

asumen que ya han envejecido.

Fuera de las barcazas del ánimo.

Fuera de los años sin procedencia.

Donde duermen los columpios transmutados

en gallos o viento.

Cuando la madrugada me advierte,

y sueñan viejos símbolos, quitarse

la máscara dorada que les cubre.

Cuando los perfumes saben a desidia

y las alambradas sueñan con pájaros

nocturnos.

Lejos, lejos, partid lejos:

que la vida ya me detiene.

©

 

Un buen ritmo y forma que cambia para revelar tus ideas, ideas que nos haces disfrutar...

desde un mundo sin nubes un abrazo fraterno,

 

Guadalupe, muchas gracias, un abrazo afectuoso!

 

El acontecer diario observa los pasos del que observa los motivos para partir
y sin embargo, la vida los detiene.
Presente en su poema le dejo mis saludos, un placer venir.