Y vuelvo

Y vuelvo al río que nace de tus muslos,
es cálido el vapor que emerge de ellos,
los amo como a una piedra,
sobre el techo de mi casa.

Y vuelvo a besar tus senos,
Los muerdo,
Y duermo sobre ellos,
Como un infante cansado.

Y vuelo a besar tus labios rosados,
Tan delgados que temo desaparezcan,
Ya que no tendría que besar
Menos aún quien te bese.

Y vuelvo para que seas mi vida,
Y seas mis noches,
La lluvia que cae sobre mi cabeza,
El amor que surge de mi corazón.

 

Y vuelvo al río que nace de tus muslos,
es cálido el vapor que emerge de ellos,
los amo como a una piedra,
sobre el techo de mi casa.


Qué precioso regreso y qué modo tan bello de decirlo.

Mis estrellas y saludos desde Buenos Aires, César.

 

Que bonito y apasionado poema, me encantan las imágenes... y lo de la piedra es una dulzura...Abrazos estrellados para tí poeta.