Yo Confieso

Tiemblo si me duele la voz hacia al sur,
en mi propio territorio
està el fermento de la culpa que yace
dormida en el lecho profundo.
Apenas si respira en mi
ese huèrfano habitante de los huesos.

Existe una tierra densa y desnutrida,
Allì hay un lugar donde he matado a todos los pàjaros.
Queda un triste racimo lastimando el firmamento,
leves criaturas colgando de las patas.

En esos dìas nunca apareciste.
Lleguè solo, me ahoguè por mi cuenta
mientras todos los niños besaban al sol
y en las calles blancas de la siesta rebotaban
los alegres chillidos de Dios.

Habìa cielos azules nauseabundos,
yo elegìa siempre el fuego y arrasar los campos,
soñaba con insectos y pieles escamosas,
mi parte humana flotaba rìo arriba.

Moverse con lògica de vìbora
en el barro frìo.
Decìan brujerìas las madres de la luna.

Habitualmente, no pienso mucho en eso.
Cualquier cosa podrìa haber nacido
para ser pisoteada con asco.

Recuerdo, yo siempre sonreìa
presa de una turbia condiciòn indescifrable.
Mis zapatillas sucias eran hienas
que cazaban criaturas inocentes.

En las huellas de los actos sin testigo
encontrè alguna forma del amor.

 

tus palabras son arrolladoras
patean el pecho
y te inmovilizan
controlan la atención
y no te sueltan hasta mucho después
de haber terminado la lectura...

Paula

 

Palabras fuertes, llenas de ira, de resignacion y de actitud, felicitaciones, tu poesia es muy diciente!

 

Paula: Especialmente quiero agradecerte tu atenciòn. Casi siempre el espejo màs fiel en que nos miramos son los otros. A veces nos sentimos identificados, a veces la repulsa nos mueve a correr.
Abrazos afectuosos.

JOana: Palabras fuertes, claro. Las tomo como herramientas para darle forma a mi espìritu. Gracias por tu paso.

 

Muchacho, que bonita forma de escribir. Imágenes preciosas, versos que deletrean: talento.
Abrazos
Chepeleón

 

Palabras que dicen mucho... mas de lo que piensas

 

honor, deudas, pecados nunca perdonados.
guerrero verde

 

Gracias muchachos, son bengalas luminosas para este barco herido.

Abrazo por tres.

 

El ojo que todo lo ve es el que se mueve entre la distancia del Yo y del Otro.

Ese es peligroso, casi siempre emite el juicio y nuestra confesión es la sentencia final.

Me muero, me muero... la Arethritis está causando estragos.

 

Que belleza de poema, sin mucho más que decir porque me has dejado sin aliento, te dejo mis 5 estrellas.

 

Fabuloso! Tierras de sangre, tierras de dicha, y a la ves tierras oscuras! me gustan las imagenes que das en el poema!

Mis saludos de este humilde poeta!
Alessandro...

 

Sobre todo asì son las tierras de la infancia, con el tiempo uno se olvida de los espìritus que arreciaban alrededor de los juegos y fantasìas.

abrazos.