Se descose una golondrina de tu costado, una alerta de vaivenes se enciende en el aire. La veleta apunta a los rieles que se almendran y el cielo...
La luz de día es una cruel jugada del destino. La memoria del alba no sabe que te has ido; sin embargo, la luna pequeña no se esconde entre tus...
Escribo una mujer con el río que no termina de pasar por mis manos. La música comienza a suceder en sus ojos: faros y muelles alternan sus...
El frasco se quiebra, el vacío se derrama. La sombra del maniquí huye a su madriguera y tomo el lugar de aullido que me roza el brazo. ¿Por qué me...
Tú, que aún guardas las madejas del amanecer que enhebraron en tu labios la sonrisa que aún dura más que el sol e ilumina más que los cristales de...
A los amantes sigilosos que beben el agua rancia de los celos y llaman heraldo alado a un prosaico latido porque creen en la conexión inalámbrica...
Estaba sin ti, pero no habías estado: así de indiferente. Pudiste no estar, pero estuviste: así de improbable. Porque el estar dura poco y el no...
Perdona el mal uso que hice de tu nombre, las ventanas que le rompí, la voz que le puse para que me lo dijeras, las huellas de mis dientes en su...
No entiendo las palabras que tus ojos me pierden. Acaso dicen que no son para entenderse, sino para que entre a tu pecho a resguardarme de la...
El más perro de mis pulmones es un gato que busca en su caja de arena un sitio para ronronear. Por eso mi corazón está lleno de pelos y costras de...
Soy tuyo, de la soledad y la muerte, pero solo a ti te quiero. Soy tuyo como tuyo puede ser un relámpago que no se pertenece a sí mismo, que se...
Camas y muertes separadas, umbrales que no planean la casualidad del encuentro. Los rostros que vienen a intentar la sonrisa tropiezan con un...
Profundamente desanimado, salí temprano del cementerio rumbo a mi antigua casa: he pasado otra noche en vela sin encontrar un fantasma. En la...
Tu nombre es fácil de escribir porque el mar en retirada nunca dejó de humedecer la arena donde tracé sus líneas como si con ellas te acariciara....
La espuma que corona su belleza desborda sus profundas marejadas, su movimiento amargo de cebada endulza la garganta que atraviesa. Es el milagro...
Aunque ningún color quedó en el puño que aprisionó tu corazón aún puedo escuchar que lates fuerte en tu andar pausado entre la niebla. Porque el...
Mis ojos son flacos: apenas puedo sostener una piedra en la mirada y ahí pretendo levantar una ciudad para los muertos. Caen los alfiles sordos...
I. Ahora todo es meter el dedo en el costado, firmar la escayola de los huesos que nos rompimos, dializar las manzanas que nos arrojamos, dormir...
Vienes con tu canasta de besos húmedos, ofreces tu miel cerrada a la higuera seca y sabes que esas ramas desnudas te sonríen. Tu amor es mi...
Despejado, siamés de la noche, casi lámpara para los ojos que se hunden al buscar la eclosión de su mirada. La raíz a ras de sombra, lumbre de...
La cabellera de los faroles incendiaba alas en de las polillas: el frío de Pachuca olía a vuelo quemado. Los vagones del viento traían la noche...
Tiende a caer al cántaro con la noche impresa y las olas por las ramas. Hago su boca al abrir un mango y su voz amarra libélulas para atracar en...
Son las ventanas que te ven dormir con sus anchos ojos de cielo vacío y tu dolor de espalda pegado a la silla que arrastra las patas por el...
Fuimos tras la nata de nuestras bocas montados en la misma sed que nos espesó la sangre. Bebimos horas de ademanes de cortinas, café de dedos...
Te pido que me escribas. Que me escribas a mí porque no estoy escrito en las paredes del aire ni en las piedras del tiempo ni en papel de tus...
–Vine a Comala porque… –Todos vienen a lo mismo, hombre –dijo quien caminaba a mi lado–. Todos vienen buscando al padre que los desgració. Así...
Cuando quise hablar de las piedras puse la lengua en el muro y mi cuerpo se llenó de cuarteaduras. Cuando el mar deseó decir sus olas quise darle...
en la orilla de una naranja tu boca se me antoja como dos gajos desprendidos de un beso redondo de sabor amarillo tus labios de sol exprimen su...
Tus ojos se cierran. Aún puedes sentir la lentitud del autobús escolar, el calor mordiéndote detrás de las orejas y el ruido de tus compañeritos...
Ella lidia en la batalla y avanza entre escombros de mapas que fueron ciudades imaginarias. Ella lucha contra un insomnio de muerto vigilante que...
Acomodo los pasos y cualquier viento los desordena, pero eso no es lo que me preocupa: sé que tarde o temprano he de llegar. Le he disparado al...
No es malo tropezar con la piedra… dice un letrero azul en el basurero de las frases hechas. Lo malo es cuando pateas la piedra y se traga tu...
Cementerio de palabras: Aquí yacen mis huesos, parafraseando al enorme silencio. Muero del dolor fantasma de tu cuerpo de mí arrancado. Sucede que...
Como la pálida sombra de un velo, tu carne es la tierra que rozas y las fisuras del cemento. Todos los pasos de los que has huido lamen tus pies...
Hace rato que se hizo de noche. El viejo pescador se remanga los perniles del pijama, se sienta al borde del colchón y mete los pies en el agua....
Pecosa: ese caracol que andaba por tus piernas esa noche que antecedió a estas otras cinco mil noches me perforó una costilla anoche, se metió en...
No puedo respirar. El oxígeno es necesario para la combustión. Hermano, la vida es una llama, ¿quién se atrevería a apagarla con una rodilla al...
Porque es la derrota del sol, pero no de la luz, pero no de la oscuridad, prefiero mi sombra que prefiere la tuya. Es otra la vida la que ahí se...
Por las ramas de mis ojos que no trepas, busco otros ojos debajo del cemento de mi cama mientras barro los retoños que te crecieron en la boca y...
El árbol se fue tras el pájaro y las nubes sin sombra se abrieron. Luego, en la tarde, llovieron plumas doradas hasta que la neblina verde fue...
No te descuides de mi intento de ignorarte: si cierras los ojos, robo tu sombra. Desconfía de mi tono cordial y sin ojeras, de la casualidad...
Nunca llegas completo al ahora. Te has quedado mirando la vidriera y el pastel que de niño anhelabas se ha confundido con tu reflejo. Pero ahora...
Hay una rama donde crezco hacia tus manos, compañera, en un fruto de tu boca que busca su color en tu delirio. Tu palabra es la estación donde me...
Ahora que cualquier cosa puede ser tu cara te he dado por perdida y es peor que si te hubieras muerto, y es mucho peor porque estás viva y te...
Mahetsi, no te caigas. Fue tan alto lo que intentamos que tengo que llamarte cielo. Tu madre se perdió en el reloj. Tu padre se perdió en la...
Salta una alarma enloquecida; la media noche ha amanecido. Caigo de la cama al grito y del piso vuelo al baño. Desayuno hambre en la cocina, le...
Es como si me hubiera arrastrado por horas a lo largo de un enorme desierto nocturno, pero la distancia del Korova a este departamento no suma ni...
No me declaro triste. Ocurre que trabajo de madrugada y es inevitable llevar trazas de oscuridad en la camisa, pero hace mucho que dejé de...
Quiero escuchar los sueños que te disfrazan de caracola; dormir sobre tu pecho para sentir tu corazón y guardar sus olas en un recuerdo. Apaga tu...
Ya no me acuerdo por qué te quise. Había algo exacto en la inclinación de tu frente, en tus párpados bordeados de humedad, en tus ojos que me...
La conozco: siempre lleva el mismo sol puesto, el mismo corte de sombra, los cabellos con mar aparte y cuerpo idéntico a la desnudez que el aire...
A cielo abierto en la humareda. Horas de espigas, espumas, historias y risas. La noche en el río. Abril en tus ojos. También las estrellas. La...
Voy por las voces buscando mi báculo de ciego. Entre todas ellas solo reconocería una… No la mía porque he sido un extranjero en su dominio de...
Incendias todas las horas, leña de mi pensamiento. Bulles en mí, espesas mi sangre con tu aire oscuro, siento como si fueras a brotar de alguna...
I. Negro Pienso que es posible cruzar a nado tu cuerpo, olear tu sangre con un soplo meridiano, pero las aves que te lanzo se incendian antes de...
No consigo que me hables: huele a espejo de noche tu manera de abrir la boca; tampoco he logrado que me escuches: en mi voz de vidrio se tuerce a...
Ella es todo el fuego que puedo reunir cuando canto, la inundación que invoco para ahogarme ardiendo. Es puntual en llegar tarde, pero aparece...
Escríbelo para que lo beban los árboles vampiros que se pasean por la noche. Pero no hables de la noche: redáctala con tinta invisible hasta que...
Tengo mi mano a la mano para dirigirla a un momento cierto donde se despejan las nubes y no queda el cielo, sino tú, que eres mejor que todos los...
Tú con la noche sumas colillas, estrellas indistinguibles de lo que late aquí, tan lejos de tu nombre, tan cerca de la locura que es la lucidez de...
Por decir algo: no es esa noche de marzo en esta noche de junio, sino tus escamas de sirena en mi obligo y las espinas del pez que escapó con mi...
Esta calle no llega a la esquina y la sombra que se mete al jardín no se atreve a tocar la puerta. La noche se aproxima con una inmensa capa de...
Por supuesto, es la greda de tus pechos mínimos y los rosarios que allí rezo, penitente y arrodillado, ante el dios implacable de tus pestañas....
El anochecer es un dibujo de tu mirada del que borraron tus ojos. No permaneces en el aire, pero aún conservo frascos vacíos con tu respiración y...
La sonrisa del niño que nos creció en los ojos iluminó nuestros besos para pasar la noche, para cruzar un vado de tiempo hasta nuestros brazos....
Cuando llegues al olvido ya te habré olvidado, pero mi mejor cara de nadie te saludará sonriente y comprenderás que también tú me olvidaste...
Algunos días todavía son ayer, pero no hoy. Hoy no amaneció tarde ni el día tardó en irse; es más, no se ha ido a buscar ser de mañana porque aún...
Olvidé la letra de esta canción. Era algo sobre los trenes o sonaba como a trenes que llegaban o partían. Yo la cantaba muy mal, como la caldera...
El otoño es un señor friolento que a menudo está metido entre los brazos de los árboles altos, se desnuda con ellos, les hace un amor de orfebre...
Era tarde para los dos o precisamente por eso. Tu herida me sonrió. Herido, te sonreí. Era tarde para nosotros, pero aún teníamos la boca detrás...
El agua. El agua de verticalidad, el momentáneo esqueleto de la arena. Entonces un castillo en el sitio de erosión inevitable. Un castillo de...
El amor muerto atrae a nubes carroñeras. Debes enterrarlo pronto, quemarlo o cubrirlo con cal antes de que hieda. Podría hacerlo yo, pero aún...
Si el poeta miente y el sol no te mira, yo te miro con ojos de sol en todas tus secretas cosas. Si la luna cae a su blancura y me ciega de lejos...
Mi palabra pide tu boca. Mi voz pide escucharte. Mi mirada pide tus ojos. Mi sombra pide tu noche. Mis pies piden que los camines. Mis manos piden...
He perdido el ópalo de decretar relámpagos, cristal del verano en mi parpadear de ladrillos. Revuelvo en los amuletos las hebras del ánimo y es...
Palabras del diario y nada por decir. Boca encharcada, llena de renacuajos. El baldío de la lengua alambrada. El pozo seco de la laringe y sus...
Perdí en los cestos del mantel la última postal que me enviaste. De todos modos me comí todos sus besos antes de acordarme de leer la dirección de...
Luego, la canción de alas amarillas para que vueles cerquita de la ventana, y los adioses de los dedos girando hasta hacer la noche y desaparecer...
A veces los martes amanecen tan temprano que todavía son lunes por la tarde. Me levanto para buscarme bajo la cama pero solo encuentro ausencias...
Quando corpus morietur* Cada vez menos estar donde estoy, fuera de mí, metido en mi ausencia. Cada vez más ayer, menos mañana. Buscar y perder...
Alguna vez lloverá en la luna y despertarás con un recuerdo mojado. Escurrirán latidos en la esquina de tu pecho donde me guardas en sombras y las...