abandonarse

Se escucha el estupor de una noche abstraída por las liras del jardín.
Pensativo,
el clarito gris duda si dejarme ver estaría bien.

Solemne, bajo mi cabeza,
reverencia
necesito creer que un país de maravillas podría encontrar;

entre los fuegos nocturnos que expulsan los cuerpos del cementerio
se abrirá un portal,
invierno muerto tal cual delirar.​

Mis cadenas corrosivas puedo con un beso hacerlas estallar
como partículas,
como agua por el alcantarillado de mis dilemas irán…
Y verlas partir…
entre abrazos y lágrimas despedirnos como si fuese la última vez.​

Pero pronto nos reencontraremos
auroras de azabache diluido,
otra vez…
Mañana será otro día
y puede…
Que la tenaza afilada vuelva a apretar mis entrañas,
Que el traga-aire me vuelva asolar...​

Por esta noche te podés ir clarito gris;
mañana, un día de estos,
nos volveremos a ver
aunque desearía que hoy fuera el último adiós.​

Mientras tanto, seguiré con tu compañero, el umbral.
Divagando,
muriendo de sueño y esperanza,
mas no atravesar.
Hasta mañana, pero… ojalá hasta nunca.​

 

Buenos versos. Me permito agregar los puntos y aparte que faltan y el punto final.
Saludos,

 

Oh muchas gracias, como muestra de mi agradecimiento (por tomar su tiempo para leer cuidadosamente mi poema), leeré todos los suyos.