Aceitunero

Que de ciento y pico años
En espera
Me hablan los metros de tierra
Que en mis pies menudos quedan
Tan inmensos…

Y mi piel, de puro nervio,
Efervesce y
Caen pedacitos de ella,
Pa’ guiarme cuando empiece
Mi retorno.

Tomaré el camino en mano,
Pa’ arrugarlo cual alfombra,
Y acercarte así a mi vera,
E ir a verte.

Disfrutar de tu presencia
En mi mente de poeta
Sin poder siquiera olerte es
Tan extraño…

Dejaré de olivas mis bolsillos llenos,
Y en mi vuelta a tierras grises
Regaré con lágrimas su piel desnuda,
Como si, siendo la tuya,
Pudiera empaparla y,
De ella, beber.

¡Ay, rostro sombrío de luna andaluza!
Menos mal que no le has visto…
Si en todos tus ojos vieses su reflejo
La Tierra conquistarías
Para ser caricia
De sus pies desnudos…


“Y de echar raíces
Parezco tan quieto,
Tan muerto por dentro…

Que no echo raíces,
Que yo solo muero
Por darte mi aliento,

Por verte vestida
Solo con mis brazos
Y un aceitunero,

Y al alba morderte y
Guardar tu calor
Para el frío de enero.”

 

Pericia y calidad en un poema extraordinario.

 

Buen trabajo Chaval, excelente entrega inaugural. Bienvenido a este foro.

 

Hermoso poema. Me ha encantado leerlo.
Tiene fuerza y un gran sentir en cada linea.
Te felicito. Saludos cordiales.

 

Magistral talento, maravilla de obra.

 

De nuevo gracias por la amabilidad que transmitís con vuestros comentarios, es gratificante ser recibido de esta forma a un lugar que me resultaba tan desconocido...