África

Miremos ese inmenso continente
de fascinante luz arrebolada,
de misterio insondable y aventura
perpetua,
donde la humanidad tubo su cuna.
Miremos su dolor y escuchemos su llanto,
al compás de sus roncos tambores,
tan viejos como el mundo.
África,
ebullición constante de la vida,
eternamente joven y prolífica
preñada de carbúnculos de fuego
cuyo valor no merma el hambre de sus
hijos de azabache.
África,
mil veces ultrajada, violada y olvidada
por aquellos que esquilmaron sus riquezas,
yace ahora postrada y lamiendo sus heridas
en su fecundo lecho de miseria.
África,
el problema pendiente.
Las verdades ocultas en su arena
y en la mirada triste de sus gorilas.
Muerte y vida,
en las turbias aguas de sus grandes ríos,
y en las aceradas garras de sus fieras.
Orden y caos que se confunden
ante el ojo inexperto del turista.
Cien millones de jóvenes guerreros
que duermen su inocencia de piel negra,
soñando con Europa.
Modernas multitudes
que no conocieron el látigo;
pero saben de la gran injusticia
cometida a su raza.
África,
fiera a la vez que humilde,
orgullosa y sencilla;
con su voz de timbal que asemeja
al barritar del elefante, llama
a nuestras puertas de alambres acerados:
-¡Wuana! ¡Wuana! ¡Wuana!
Mí querer trabajo, comida, coche,
casa, justicia, dignidad.
Mí ser negro, ya saber... pero, tener
alma dentro de mi cuerpo.
¿Qué tener tú dentro tuyo, blanco...?-

Recaredo​

 

Recaredo, amigo, sin mucho preámbulo has elaborado una radiografía de África. Es un resumen de su accidentada historia. Muy bueno, mis más gratas felicitaciones.

 

¡CIEN CAÑONAZOS DE JUBILO AL POEMA-DENUNCIA EXCELENTE!
¡Recaredo, lograste un poema inmortal!
Mil aplausos amigo. Estrellas al cielo del Continente Madre.
Eduardo.

(http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-de-amor/190825-acaso-te-ame.html)

 

Bello y triste poema, amigo Recaredo. Mereces premio especial por identificarte sentimentalmente con nuestra madre África. Sí amigo, nuestra madre, porque en realidad fueron dos madres las que influyeron en América; España y África; sus culturas, mezcladas a la nuestra, indígena, dieron una rica variedad que hace posible el entendimiento dentro de esa diversidad con la cual hemos logrado aislar efectivamente al rascismo. Blancos, negros, indígenas, pardos, mulatos; todos los colores del mundo en nuestra gloriosa América.

Aplausos, estrellas, besos y abrazos Recaredo, por tu magistral verso. Dilia.

 

Gracias, amigo Varela; por pasar por mis letras y dejar tu comentario. También yo pasé por las tuyas; espero que te guste el comentario que te dejé. Te mando un abrazo. Recaredo.

 

Celebro mucho que te guste mi poema, amigo Eduardo. Un poeta como tú, comprometido con la causa de los más necesitados, no podía pasar por alto mis torpes, aunque reflexivas palabras. Te mando un fuerte abrazo desde España. Recaredo.

 

Muchas gracias, amiga Dilia; por pasar por mis letras y dejar tu elogioso comentario. Sí, me identifico con nuestra madre África, y con todos los necesitados del mundo; lástima que mis pobres letras tengan tan poca fuerza. Te mando un fuerte abrazo, querida Dilia. Recaredo.