Barco iris

Con una espina del monte
escribir: matrero.
Y no con la fibra occidental
hecha con cenizas
de montañas de coltán.

No hay error si te vibra
un escalofrío las manos el pelo.

No hay prisa ni vértigo
en la piedra que sostengo.

Parecido soy a un guijarro
que el río ha devuelto .
Las más de las veces no voy
ni vengo.

Suceptible a una belleza, eso sí,
a un goce privado y en general.

Cuando despiertan los floripones, por ejemplo
y se abren mil rojos nocturnos,
y el aroma quema los campos.
Eso me gusta. Sobretodo descalzo.

Quisiera ser astuto , experimentado
como los matreros.
Y andar entre la espesura
como los toros recios.

A veces cantar en las plazas
como los niños de la tarde
guardar un juego.

Decir matrero es decir caldera
y machete,
brasas , caballos y versos.

Más que eso
grieta entre los imperios.

A partes iguales
candor y coraza.

Vandido ilustrado.
Enhorabuena bandolero.
Vagabundo asalariado.
Pirata de los cerros.

Me gustan los que buscan el alma
como al pan el obrero.

Cuando la sombra es palpable
y se encienden los faros
como los ojos de un perro;
yo colecciono tus huellas
matrero
a favor de la borrasca
y de Venus.

Como una bandera nueva
un descubrimiento .

Señalando siempre
hacia donde no
se alambran los terrenos.

Un día sin dinero.
Con amigos.
Un día sin caminos y animales sueltos.

 

Pirata de los cerros.

Maravilla de poema dedicado a los matreros.

Me gustan los que buscan el alma
como al pan el obrero.

Un gusto leerte.

 

Qué puedo decir que tu no hayas
escrito.
Un gran abrazo.