Bruma...

Bruma...

Los minutos volverán a oscurecer
esa vasta negación de la verdad,
la sentencia no podrá nunca ceder
al capricho que conlleva el olvidar.

El aroma del perdón se mezclará
con la lánguida sonrisa de un final,
sin buscar explicación y sin hablar
sus ojos se romperán sin ser cristal.

El refugio clandestino ya no es
un columpio repleto de mariposas
sin latidos, sin el alma y sin piel
cada instante compartido se deshoja.

Cuán abstracta es la sentencia que se da
y se amputa el corazón cuando escucha
que tendrá que vivir siempre en soledad
porque la serenidad tan sólo es bruma.


19/Agosto/2022
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Excelente la descripción melancólica y resignada. Hermoso poema.

Saludos,

Palmira