Camarada

En el fúnebre ambiente de una luctuosa tarde de invierno, me llegó el recuerdo de aquel camarada, que alegró las tardes de mi vida pasada, es sólo un recuerdo interno de una unión sempiterna.

De aquel camarada leal y protector que te apoya con fervor.
Pero ya no está aquí pues la vida no es eterna.

Cierto día mi compañero se despidió, pero ya nunca volvió.

Muchos dicen que se mudó, otros rumoran que migró, pero estoy seguro de que algún otro compañero encontró.
De carácter aventurero pero nunca solo, cuando yo estaba nublado como una tormenta en el cielo, o era frío como el hielo,el sabía como hacerme sentir feliz, también decía que la vida era corta para vivir infeliz.
Pero ahora no lo he visto, y aún así sé que está regocijado haciendo la vida feliz de algún anonadado.

Bien aventurado seas mi fiel compañero, ojalá que algún día nos reunamos como en el pasado, como cuando niños en el campo de trigo dorado.

Aquel tiempo que añoro, aquel tiempo que valía oro.

 

Notable calidad de una obra de arte excepcional.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.