Desatino

DESATINO

He vuelto a tropezar, la misma piedra
encuentro hoy interpuesta en mi camino,
incrédulo la miro, no adivino
quién la pudo poner bajo la yedra.

No puedo remediarlo, es mi destino
a la mujer errada requerir,
mirada de desprecio recibir
y aún así gozar. ¡Que desatino!

No escarmiento, ya vuelvo a reincidir,
disfruto de antemano su condena,
el sádico placer que me encadena
al plan preconcebido y decidir.
Placentero repaso, es revivir
tan solo de pensar en el tormento
que voy a dedicarle en el momento
en que tenga su cuerpo entre mis manos,
le arrancaré gemidos inhumanos,
despacio gozaré cada lamento.​

 

Lo importante de todo al tropezar es levantarse de nuevo y continuar adelante. Me gustó la creatividad, el verso último me hizo sonreír. Un abrazo

 

Un canto sadomasoquista que no conjuga muy bien con la imagen que todos tenemos de tí, hombre bueno. Como escribió mi "otro yo", el verdadero Pessoa "el poeta es un fingidor". Todo sea por conseguir unos tan buenos versos. Abrazotes mediterráneos, amigo mío,
miguel

 

Efectivamente, amigo Miguel, hay que saber fingir con lirismo para hacer surgir emociones en nuestros lectores con situaciones bien imaginadas que pueden ajustarse bastante a realidades. Me has pillado in fraganti.

​

 

Celebro que te haya complacido este tema, amiga Bristy, y los buenos ánimos que me das en tu comentario. Me alegra saber que has sonreído la final.

​

 

Celebro, amigo Daniel que te haya complacido esta Musa en la que encuadro mi desatino, como bien dices nuestra tendencia es encabezonarnos e intentar la conquista de la que deseamos, aunque luego ¿Quién sabe?

​