El despistado

No sé para qué servirán los sueños...
En vaya a saber que borrachera,
perdí una valija llena de ellos
Si alguien la ve por ahí, por favor,
me hace el favor de devolvérmelos.

La reconocerán porque los tenía rotulados.
Al abrirla verán paquetes con cartelitos colgando garabateados.
Algunos nuevitos, otro muy gastados:

“Paola me quiere”,
“Aguinaldo y obra social”,
“Valeria de buen humor”
“Vuelta olímpica de Argentinos Juniors”,
“Ocho en matemática”
“Sonrisa de la vieja”,
“Cerveza de dos litros”,
“Cuñado laburando”

Si usted la llega a ver huerfanita por ahí,
no la tire, que tiene dueño.
Me la sube a un taxi, y a mi cargo me la manda.
Atención: Señor despistado
1422 Avenida De los Sueños.

 

Si, veo tu valija, ya se donde mandarla.

 

Hermano este poema tiene un encanto especial y mucho de tu gran humor, de modo que inserto mi opinión sincera con idea de que se pasee de nuevo por el portal y que muchos otros lectores tengan la misma oportunidad que yo he tenido de disfrutarlo. Abrazos poeta.