El profe

¿Qué si me acuerdo preguntas?
Mas bien como olvidar,
fue una época hermosa,
imposible de ignorar,
nuestros escasos años,
la fuerza del corazón, l
a viveza de nuestras almas,
todo nuestra imaginación,
éramos tan ingenuas,
en apariencia diría yo,
cualquiera se asustaría
si develáramos nuestro interior.

Quien no se ha enamorado
alguna vez de un profesor,
es una condenada manía
que compartimos mi amiga y yo,
se llegaba la hora programada
y como a cita fija acudíamos las dos,
imposible faltar a su clase,
sería sacrilegio o devastación.

Sentadas en primera fila,
oyendo sin escuchar,
viendo sin mirar
y atención completa
a la figura que hablaba sin cesar.

Aún puedo recordar su voz
sus gestos nuestra contemplación.
Que días aquellos,
no lo puedo negar,
nos divertimos tanto,
nos fue tan bien,
pero hoy me pregunto que sería del profesor aquel,
tenía su club de fans, su sequito personal,
una generación y otra mas,
¿Seguirá teniendo su club de fans?