El regreso

Lecabel:

Desde un profundo abismo de siglos
y lágrimas de sangre,
He venido a rogarte que me encuentres.
Oh! Mi Señor, escucha
Como ruge la noche en mis heridas
Como ríe la muerte
Que escapa de mis manos
Y me condena al fuego de tus ojos,
A esta eternidad de ser sin ti
Una sombra perdida
Goteando tempestades de los labios.

Vélfragor

En este infierno que gobierno no por capricho si no por decreto he visto tú figura,
Tu reconoces mi sufrimiento las lagrimas que he derramado sangre tibia y salada,
No ruegues mi Lady que aquí bajo mi trono de huesos y cráneos he visto tu rostro bello
Has llegado a mi corazón oscuro sabiendo de antemano mi destino,
Lameré tus heridas y las bañare con mi sangre oscurecida por las traiciones del ayer…

Piérdete en el fuego de mis ojos y permitidme perderme en el fuego de tus labios,
No eres sombra perdida pues tu luz me ha llamado…

Lecabel:

El infierno en que reinas no es más que un río ardiente
Que crece de tu odio, por que nadie te ha visto
Dejando besos dulces entre las lunas llenas de mis pechos,
Y como entre mis brazos has vuelto a ser un ángel,
Entonces, la nostalgia enceguece de furia tu mirada
Y destrozas las almas para buscarme en ellas.

Vélfragor:

Buscaré hasta las mismas puertas del cielo tu ser,
He bebido del néctar de tu intimidad y no por ello he saciado mi lujuria,
Quiero poseer tus pensamientos y tu mirada, quiero entregaros las llaves de mi reino,
Nostalgia dolor? Si son mis marcas pero también la felicidad que en sus brazos probre..
Robándome su paz, robándote para mi en este oscuro averno donde ahora reinaras a mi lado...


Lecabel:

¡Ábreme con tus dedos los cordeles de helados
Que me usurpan las venas
y ven a verte en mí tal como eres!
Ven a sentir, mi amor,
Lo que hace el silencio
Que quedó abandonado entre nosotros
Cuando nos arrancaron los suspiros,
Escucha como el grito
De mi vientre desnudo de tu boca,
Se desparrama en llantos de dolor sobre el mundo,
Y el rumor de tus alas
Inunda las ciudades de cadáveres.



Vélfragor:

Tus venas serán sanadas con mis ardientes caricias,
Y derretiré el hielo que en ellas habitaban,
Sentirás mi presciencia, mi sombra que arrancara con mis garras tu sufrir,
No existirá mas silencio porque nuestros pensamientos se funden,
Ni tu tendrás secretos para mi ni yo para ti, en la lava ardiente dejarás tus pecados y te entregaras a mí, las mis alas oscuras se extenderán por todo el reino cubriéndote de noche, he llenado mil lugares con cadáveres pero a ti te llenare de rosas negras, oscuras como el terciopelo…


Lecabel:

Me reconoces entre todos los rostros que gemían al pie de las miserias,
y viertes sobre mí la última lágrima, desbordando los mares.
Sabes que va a temblar el universo y detienes el tiempo
Profanando la tumba en que aquél dios celoso hundió nuestras caricias.
Con la piel lujuriosa de tu lengua tatúas en mi espalda
El antiguo mandato del destino que nos fue injustamente arrebatado
y me reclamas tuya, eternamente

Vélfragor

Reconozco tus miradas, reconozco tus ojos que invocaron a la noche mi ser,
Una lágrima brotará de mis mejillas y haré tus sueños realidad,
Todas tus fantasías más oscuras vendrán hacia ti en forma de demonio,
Que al final será solo un humano recorriendo la piel que me ofreces,
Tu amor imperecedero así como la pasión que me profesas,
Mi marca serán los fluidos de nuestros cuerpos, las mordidas que quedaran ardiendo en tu cuello, y saldremos de esa tumba a la que nos condenaron,
Ningún mandato será suficiente para mí….

Lecabel:

He invocado tu nombre,
Vida y Muerte de todos mis sentidos,
Y regresas a mí para quedarte.
Se abrirán en los cielos nubes incandescentes
Y lloverán mil alas desgarradas
Por cada día y cada laberinto
Que recorrimos ciegos,
Y por cada pecado que creamos
Un volcán abrirá su negra boca,
Devorará la tierra,
Y entonces, sólo entonces
Saciada nuestra sed, perdonaremos.

Vélfragor

He respondido vuestro llamado,
Vida y Muerte no son nada para mí,
Absuelvo tu vida de ellos porque estarás a mi lado por siempre..
Los cielos se estremecerán ante nuestros encuentros,
Las alas que juntos desgarraremos serán incontables,
Y no estaremos solos ni ciegos, si no furiosos por el camino errado que nos ha tenido lejos tanto tiempo….

Lavaremos en nuestro altar esos pecados,
Para cometer uno nuevo cada instante,
Entre tus piernas encontraré la lujuria,
En tus pechos el descanso,
Y en tu mirada el amanecer que en otro tiempo había perdido,
Como lava nos desangraremos con mordidas,
Y así quedaremos hasta que el mundo deje de girar…


Lord Vélfragor & Lady Lecabel