En llamas

Este fuego interno que no se puede describir,

Ganas de vivir la vida y de que otros la perciban,

Magia negra en mis manos y mi forma de sentir.

La almohada que quema, sueños que no llenan,

Noches no suficientemente largas, largos días,

La luna avergonzada por llegar a mostrarse llena.

Otros horizontes, conquistas oscuras, descaro,

Castillos con fantasmas, valles quizá encantados,

Monstruos que se ocultan, miedo a ser recordado.

Enciende esta llama, mantenla, esquirlas de aire,

Que todas las cenizas se esparzan con el viento,

Si nunca te importó llegar a ser parte de alguien,

Parte de algo, sentido a la vida, rumbo a tus pasos,

Sentirse cada vez más lleno si te vas consumiendo,

Cenizas al viento, llamas de nuevo, sin significado.

Quejas que suenan a añejo, candor en mis abrazos,

Las chispas adecuadas en cada turbio momento,

Leyendas inciertas envueltas en papel de regalo.

Este fuego interno que necesita ser alimentado,

Estas ganas de vivir la vida que nunca se consumen,

Estos días que al final se hacen tan y tan largos.

Estas llamas que no queman, pero que escuecen,

Estas cenizas que al final son las que permanecen,

Estas ganas de consumirme a tu lado, sin reparos.

 

Esas ganas de ser.
Pero en el Universo, todo es, y nada es, al mismo tiempo.
Luego por tanto, ser es hacer, según Sócrates. ¿ Qué haces ? ¿ A qué te dedicas ?
Por sus obras los conoceréis... Como aseguró el Mesías.
Y en el horóscopo chino, además de fuego, hay otros cuatro elementos:


Agua, tierra, madera y metal.


Cada ciclo dura 60 años.
Doce casas zodiacales, y cinco combinaciones posibles.
Yo soy caballo amarillo de tierra.
Mi madre, caballo verde de madera.
Mi padre, cerdo rojo de fuego. Como tú... O bueno, este poema vibra de esa manera. El fuego...