Enojo

Enojo

Me parece que estás fastidiosa;
disimulas pero te delata
tu vista atajando hacia adentro
la furia que en ti te desata
mi modo de ser en tu centro.
No ves que el enojo no es parte
de lo que en verdad te mereces
Yo sí me merezco ese estado
de grises y negros reveses,
pero sin embargo con calma
te trato de hacer razonar.
Edén, normaliza tu alma.
Ten en cuenta que las causas
de tu síntoma es mi exceso
de atenciones ya sin pausas
en el lírico proceso
de mi manera de amar.
Te propongo más distancia
porque bien te la has ganado.
Volverás a aquellas ansias
que tuviste al comenzar...
y dichosos nuevamente,
más que hoy enamorados,
¡pasaremos por el mundo
provocando su envidiar!


Ariel Carrizo Pacheco
Poema XXXIX, "Mil versos amartelados", 2003.​

 

A mí me emociona tu emocionado saludo, querida amiga, ¡muchas gracias, feliz día también para ti y un gran abrazo!:

Ariel

 

Gracias debo darte yo a ti por tan atento comentario que me dedicas, ¡un fuerte abrazo Gerardo!

Ariel

 

Gracias, querida amiga, por tu paso sienpre gratísimo. ¡Un gran saludo multiplicado en el eco de un "hasta pronto"!