Epitafio nocturno

Muero lentamente,
Dejando atrás mi delirio,
Mi locura contenida,
Dejando el agua meterse a mis pulmones,
Perdiendo la vida momento a momento,

¿Acaso la soledad nos vuelve asesinos?
Suicidas y locos, amantes de las desgracias y el dolor,
Nacidos bajo estrellas negras como mi alma,
¿Así serán todos los momentos de la vida?

Cuanto arde la culpa,
Por los que jamás despertarán,
Aquellos que murieron por nuestra mano,
Y el remordimiento y la tristeza no es suficiente,

Largas noches de desvelo,
La furia contenida a breves momentos,
Con lágrimas de suspenso,
Y vertiente sangre manada de las heridas...

¿Será que me juzgarán como cobarde?
¿O será la justicia que otras almas reclaman?
Por ver pronto la cara de su verdugo...
¡Termina pues de ahogarte!
Y que mis lamentos no se escuchen más...

Aunque entre sombras suplique el perdón,
La muerte me dio la espalda... ¿que podría ofrecer yo?
Ni siquiera el alma porque esa la perdí...
Cuando maté aquel sentimiento....

Del orgullo y vanidad solo recuerdos me quedan,
Del silencio y la desesperación aun quedan en mis venas,
Así como el aire se va de mi cuerpo,
Y lentamente me hundo mas y mas,
En lo que será mi eterna morada,

En el mar perpetuo y solemne,
Entrego hoy mis más profundos pensamientos,
Que muera la culpa por mis villanías,
Y nunca más regresar a este mundo,
A esta maldita dimensión,

A donde solo de muerte he sabido,
Solo de lágrimas me he alimentado,
Y de esperanzas rotas me he llenado,
Muero aquí en el olvido,
Muero aquí en el silencio...

Quede mi epitafio escrito en las estrellas,
Marcando la cara de la luna sangrienta,
Aquella que me acunó en sus brazos,
Para nunca mas volver a vivir...

En una noche celeste,
En una noche tranquila,
Entrego mis restos al mundo,
Y mis pensamientos al universo,

Con lágrimas de diamantes,
Con sangre de rubí,
La misma que yo derrame de otros…


Lord Vélfragor